¿Es una coincidencia que sismos de importante magnitud ocurran en México durante septiembre? La pregunta lleva a cuestionarnos si estos terremotos son una coincidencia o una predestinada fatalidad. ¡Aquí, te despejamos tus dudas!
México es un país que ha enfrentado desafíos debido a su ubicación geográfica. Uno de ellos es que el territorio mexicano se encuentra en una zona tectónicamente compleja, producto de la interacción de cinco placas tectónicas: Placa de Norte-América, Placa de Cocos, Placa de Rivera, Placa del Pacífico y Placa del Caribe.
Esta complejidad tectónica genera una riqueza geológica impresionante, pero también es responsable de la actividad sísmica que constantemente experimenta el país. No se diga durante el mes de septiembre, cuando terremotos han marcado de forma profunda la memoria colectiva del país.
La percepción popular de que septiembre es un mes particularmente propenso a terremotos en México ha sido reforzada por estas coincidencias. Sin embargo, los científicos han aclarado que, desde que hay registros sísmicos en el país, la actividad sísmica no se concentra exclusivamente en este mes.
Para el sismólogo Luis Quintanar Robles, Investigador del Departamento Sismológico del Instituto de Geofísica de la UNAM, la percepción de que “tiembla más en septiembre” es una percepción válida y lógica de la gente, porque está acostumbrada a medir los fenómenos naturales a escala de la vida humana, que son 60 o 70 años. “Para medir su intensidad debe ser a una escala geológica, un poco mayor de los 100, 200 o más años”, aclara.
SISMOS IMPORTANTES EN MÉXICO DESDE SEPTIEMBRE DE 1985
Desde 1985, en septiembre, se han registrado cinco sismos con magnitud mayor o igual a 7. Por ello, los científicos reconocen que la duda de la población es entendible porque una persona relaciona los eventos que le han tocado vivir.
A continuación, presentamos algunos de esos recordados sismos desde septiembre de 1985:
- 19 de septiembre de 1985: tuvo epicentro en las costas de Michoacán con magnitud 8.1, a una profundidad de 15 kilómetros. El movimiento del terreno fue percibido en el centro, sur y occidente del país, ocasionando más de 30,000 heridos, 150,000 damnificados, 30,000 viviendas destruidas y más de 60,000 con daños. La cifra oficial del Cenapred fue de 6,000 decesos y el total de daños se cuantificó en 4,100 millones de dólares.
- 20 de septiembre de 1985: el segundo evento importante de esta secuencia ocurrió al siguiente día, a las 19:37 horas, en la costa occidental de Guerrero. Ocasionó decesos y daños extraordinarios en Ciudad Guzmán, Jalisco, y Ciudad de México, causando el derrumbe de muchas estructuras dañadas por el evento principal.
- 7 de septiembre de 2017: En el golfo de Tehuantepec, 140 km al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, a las 23:49 horas de este día, ocurrió un sismo de 8.2 de magnitud, que fue percibido en gran parte del centro y del sur del país. Según Cenapred, causó la muerte de 99 personas en Oaxaca, Chiapas y Tabasco, reportándose más de 449,000 damnificados, 112,000 viviendas afectadas, 6,000 escuelas, y 51 unidades de salud, con pérdidas económicas por cerca de 19,000 millones de pesos.
- 19 de septiembre de 2017: se registró a las 13:14 horas, con magnitud 7.1 y epicentro 8 km al noroeste de Chiautla de Tapia, Puebla. Este sismo afectó la Ciudad de México, así como los estados de Morelos, Puebla, México, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala, donde se reportaron 228, 74, 45,15, 6 y 1 decesos, respectivamente. Cenapred estima el costo de las afectaciones en 62,99 millones de pesos.
- 7 de septiembre de 2022: a cuatro años del sismo del 7 de septiembre de 2017, a las 20:47 horas ocurrió un sismo que tuvo epicentro 14 km al suroeste de Acapulco, con una magnitud de 7.1. Sus principales daños, dice Cenapred, se concentraron en Guerrero, afectando a una población de 32,000 personas y provocando daños por 209 millones de pesos.
- 19 de septiembre de 2022: este sismo se registró a las 1:24 horas, apenas 5 minutos después de que se registrara el Simulacro Nacional 2022. Su epicentro fue en las costas de Michoacán, sintiéndose el movimiento en la Ciudad de México, Hidalgo, Guerrero, Puebla, Morelos, y Jalisco. Los dos estados más afectados fueron Colima y Michoacán, y con reporte de daños en la Ciudad de México.
¿CASUALIDAD O COINCIDENCIA?
Principalmente, por los terremotos anteriormente descritos, en el pensamiento colectivo prevalece la creencia de que septiembre es el mes de los sismos. Sin embargo, esto es solo una casualidad y una coincidencia.
Para ratificar, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) argumenta a través de un análisis sencillo donde se grafican por mes los sismos de magnitud mayor o igual que 6.5 en el periodo de enero de 1900 hasta agosto de 2022. De acuerdo a esta base de datos, en este lapso se han registrado 215 eventos en el país.
Fuente: SSN
Por otro lado, el mismo SSN muestra el número de sismos registrados por cada mes en el periodo de 1900 hasta agosto de 2022. Destaca el hecho que en otros meses, por ejemplo abril y junio, se presentan más sismos que en septiembre. “…con los datos observados en 122 años, y considerando sismos de magnitud mayor o igual que 6.5, septiembre no es el mes para que ocurran más sismos”, concluye.
Fuente: SSN
TEMBLORES: UNA AMENAZA COTIDIANA
En conclusión, el análisis de la sismicidad de gran magnitud ocurrida en México en el periodo de tiempo antes establecido, demuestra algunos ejemplos de coincidencias, que no dejan de ser interesantes. Lo que se puede decir es que en cualquier momento puede ocurrir un sismo de gran magnitud en México. Por lo tanto, la hipótesis de que septiembre es el mes de los sismos es errónea.
Hoy en día, la teoría y la instrumentación no permiten la predicción de sismos. Eso sí, siempre debemos estar preparados para cualquier eventualidad.
Por lo mismo, las lecciones aprendidas de los sismos pasados, han llevado a una mayor conciencia y a implementar mejores prácticas en la arquitectura y la ingeniería civil. Pero, mirando hacia el futuro, México continúasigue fortaleciendo sus capacidades sismológicas y de protección civil, porque la colaboración continua entre los actores es clave para minimizar los riesgos y garantizar una respuesta rápida y efectiva en caso de terremotos.
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