Pensamiento analítico e innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, y resolución de problemas complejos encabezan la lista de las habilidades que los empleados necesitarán en el futuro. Pero hay otras más. ¡Aquí te contamos de ellas!
¿Sabías que 50% de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse para 2025? A esta conclusión llegó la tercera edición del Reporte sobre el Futuro de los Empleos, un informe elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM), donde traza un mapa de los empleos y las habilidades del futuro, siguiendo el tendencias a corto y largo plazo, así como el impacto de la adopción tecnológica.
El FEM reporta que, en los últimos años, entre las empresas encuestadas se ha observado una clara aceleración en la adopción de nuevas tecnologías. Entre ellas figuran la computación en la nube, los macrodatos y el comercio electrónico. Pero también ha aumentado el interés por el cifrado, y por la adopción de robots no humanoides y de inteligencia artificial.
Todas esas tecnologías se están convirtiendo lentamente en un pilar de trabajo en el ecosistema empresarial, aumentando consecuentemente la demanda de nuevos roles laborales y conjuntos de habilidades. Como consecuencia de lo anterior, el organismo estima que, para 2025, 85 millones de puestos de trabajo podrían ser desplazados por un cambio en la división de trabajo entre los humanos y las máquinas.
La buena nueva es que la misma interrupción tecnológica que está transformando los empleos también puede proporcionar la clave para crearlos y ayudarnos a aprender nuevas habilidades. “Tenemos las herramientas a nuestra disposición y la abundancia de la innovación tecnológica que define la era actual puede aprovechar para dar rienda suelta al potencial humano”, asegura Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro.
Es en ese sentido, que el organismo vaticina que, para 2025, pueden surgir 97 millones de empleos que se adapten mejor a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos. En otras palabras, la balanza se compensará y hasta superará a las pérdidas de puestos de trabajo.
LAS 10 PRINCIPALES HABILIDADES PARA EL FUTURO
El reporte prevé que, una mayor adopción de la tecnología, significará que las habilidades en demanda en todos los empleos cambiarán en los próximos años y las brechas de habilidades seguirán siendo altas. Expone que, para los trabajadores que permanezcan en sus puestos, la proporción de habilidades básicas que cambiarán para el 2025 es del 40%, y que el 50% de todos los empleados necesitarán a volver a capacitarse.
En consistencia con los informes previos, en este reporte el pensamiento crítico y la resolución de problemas encabezan la lista de habilidades que los empleadores creen que crecerán en importancia en 2025. Pero también han surgido nuevas habilidades de autogestión como el aprendizaje activo, la resistencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad.
El siguiente gráfico muestra el conjunto de las 10 mejores habilidades que se estarán demandando en múltiples profesiones emergentes. El listado se clasifica de acuerdo a cuatro tipos de habilidades: reducción de problemas, autogestión, trabajo con la gente, y uso de desarrollo y tecnología.
El informe del FEM hace notar que también hay que considerar de cerca las habilidades transversales para los trabajos del mañana. Estas son habilidades que, aunque no se requieran para un trabajo, pueden aportar al individuo beneficios en su desarrollo, y van ligadas más al individuo en sí, a sus relaciones interpersonales o al manejo de otras herramientas adicionales a sus funciones.
EL APRENDIZAJE DE NUEVAS HABILIDADES PARA LOS TRABAJOS DEL MAÑANA
Un 94% de los líderes empresariales encuestados en el reporte esperan que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo. Es un gran avance, pues en 2018 65% de los encuestados se pronunciaban por esa posibilidad.
En cuanto a la duración de la recapacitación, los encuestados estiman que alrededor del 40% de los trabajadores requerirán una recalificación de seis meses o menos, pero ese tiempo es mayor para los que trabajan en las ramas industriales del consumo, de la salud, y del cuidado de la salud. Por lo que toca a los sectores de los servicios financieros y de energía, esa proporción de trabajadores que pueden recibir una nueva formación en un plazo de seis meses es menor porque necesitarán programas más intensivos en tiempo.
Según 39% de los empleadores, la formación se impartirá internamente. En tanto que 16% de la formación se complementará con plataformas de aprendizaje en línea y 11% de la formación con consultores externos.
También, la pandemia ha acelerado la tendencia a la reconversión en línea. Tan es así que los empleadores que ofrecen oportunidades de aprendizaje en línea a su fuerza laboral se quintuplicaron, mientras que en los alumnos que acceden a recursos en línea a través de programas gubernamentales se multiplicó por nueve la matrícula.
Al tener como aliado la enseñanza digital para que los trabajadores se recapaciten y comiencen a desarrollar nuevas habilidades para los trabajos del futuro, la duración de los programas se ha acortado, según el reporte del FEM. Para capacitarse en línea en temas de gente y cultura, redacción de contenidos, así como habilidades ventas y marketing plantea un espacio de uno a dos meses.
En cambio, estima que podría tomar de dos a tres meses para que la plantilla laboral amplíe digitalmente sus habilidades en el desarrollo de productos, datos e inteligencia artificial. Mientras que un programa virtual de cuatro a cinco meses podría ayudar al talento a desarrollar habilidades de computación e ingeniería en la nube.
Eso sí, como concluye el informe del Foro, aunque un nuevo conjunto de habilidades es cada vez más accesible a través de las tecnologías digitales, las personas también necesitarán el tiempo y el financiamiento para poder buscar nuevas oportunidades de capacitación y adquirir las habilidades profesionales que el mercado laboral demandará en el futuro.
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