El huracán Otis ya se clasifica como el tercer siniestro de mayor cobertura para la industria de seguros de México y el segundo huracán de mayor impacto en daños asegurados.
Seguramente, el 25 de octubre de 2023 será una fecha que quedará marcada en la memoria de los habitantes y de quienes visitaban el puerto de Acapulco. Y es que ese día impactó Otis, el huracán más fuerte que haya tocado tierra en las costas del Pacífico, dejando un saldo de 52 muertos y 32 personas desaparecidas, según datos del gobierno de Guerrero.
La tormenta que tocó tierra como ciclón de categoría 5, golpeó el estado de Guerrero, en especial a la ciudad de Acapulco, con vientos sostenidos de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h, lo que ocasionó destrozos en infraestructura, al igual que daños al sistema eléctrico, telefonía e Internet. Por si fuera poco, los comercios también sufrieron daños en sus fachadas y saqueos tras el paso del huracán.
A un mes y medio del paso del huracán Otis por Guerrero, el recuento de los daños por parte de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ya era preocupante, aunque los datos aún no eran definitivos. Para diciembre de 2023, el sector asegurador había recibido reportes por una estimación de pago de 31,900 millones de pesos.
Aún sin tener concluidos los procesos de valoración de pérdidas, Norma Alicia Rosas, Directora General de la AMIS, admitía que el huracán Otis era ya “el tercer evento de mayor cobertura de seguros para la industria y el segundo huracán de mayor impacto en daños asegurados”. Es decir, el impacto del poderoso ciclón solo había sido precedido por otro fenómeno natural más costoso como fue el huracán Wilma y, por supuesto, por la pandemia del COVID-19, el que hasta ahora ha sido el siniestro más caro en la historia aseguradora de México.
Fuente: AMIS
RIESGOS NATURALES: UN FENÓMENO LATENTE EN MÉXICO
En nuestro país, ya lo sabemos, los fenómenos de origen natural con alto poder destructivo son frecuentes. De hecho, según la Organización de Naciones Unidas, México es uno de los 10 países con mayor riesgo catastrófico por fenómenos naturales. Esto se debe a que 45% de nuestro territorio está expuesto a inundaciones, mientras que 40% está clasificado como zona sísmica, lo que en conjunto afecta a cerca de 77 millones de personas.
Desmenuzando el tema de los riesgos catastróficos, la AMIS señala que, en los últimos cinco años, la protección por huracanes y otros riesgos hidrometeorológicos fue de 3,600 de millones de pesos anuales, aun cuando no se hayan presentado huracanes severos. Lo anterior significa que todos los días, en promedio, se pagaron 10 millones de pesos.
El mismo organismo detalla que, de los eventos hidrometeorológicos con mayores pérdidas, 41% se deben a ciclones tropicales. Le siguen las inundaciones (22%), los daños por lluvia (19%), el granizo (9%) y otros (9%).
Pero el impacto del huracán Otis de nuevo volvió a hacer sonar las alarmas rojas, por lo que, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción de Desastres 2015-2030, un acuerdo global de 15 años para reducir, prevenir y ofrecer respuesta a riesgos de desastres en todo el mundo, el sector asegurador lanzó el Plan de Atención a Catástrofes AMIS-Otis. Así, 32 firmas de seguros que operan la cobertura de riesgos hidrometeorológicos, 30 compañías que operan el seguro de auto y 23 que aseguran cascos de barcos y aviones le hacían frente al destructivo siniestro.
SINESTRY, empresa especializada en la gestión de siniestros de altos volúmenes y alta siniestralidad, así como en la tercerización de reclamos ante las aseguradoras, lanzó por su parte una campaña para apoyar a los afectados por el huracán Otis. En concreto, esta solidaria acción ayuda a que empresas, negocios, casas-habitación y dependencias gubernamentales obtengan un pago justo y ágil en la reclamación de su seguro.
LA PRONTA REACCIÓN DEL SECTOR ASEGURADOR
A poco más de tres meses del paso del huracán Otis, la AMIS calcula que los siniestros registrados por daños ocasionados por el fenómeno natural ascienden a 36,913 millones de pesos. De estos, aproximadamente 75% pertenecen a hoteles, supermercados, farmacias y otros pymes aseguradas, así como a la reconstrucción de infraestructura federal y estatal, con lo que se estimula una recuperación más oportuna y, por ende, un creciente regreso a las actividades laborales en el estado.
“La protección económica de los bienes asegurados que se dañaron por el fenómeno hidrometeorológico ha permitido la aceleración en la apertura de más, de 2,557 comercios, restaurantes y otros giros, así como mayor agilidad en la puesta en operación de más de una centena de hoteles que, además de la recuperación turística, genera el retorno a la actividad de miles de familias”, destaca la AMIS.
En febrero de 2024, la mencionada institución detallaba que los hoteles habían recibido anticipos de coberturas por 2,108 millones de pesos, de un total estimado de 7,900 millones de pesos. Igualmente, 3,730 millones de pesos se habían pagado a usuarios de seguros de giros comerciales y actividades económicas como supermercados, farmacias, restaurantes, al igual que a autos e infraestructura. Y en cuanto a las viviendas, las aseguradoras habían realizado anticipos por 1,852 millones de pesos.
Al recapitular, destacaba que, para esas fechas, el sector había pagado más de 7,691 millones de pesos, entre anticipos e indemnizaciones: 27% para el giro hoteles, 24% para el de vivienda, y el 48% restante para pymes, restaurantes, embarcaciones, autos, e infraestructura estatal, entre otros giros.
“Aunque Otis es hasta ahora el segundo huracán de mayor impacto en bienes asegurados, tenemos una industria aseguradora que cuenta con tres veces el capital requerido por la regulación mexicana en materia de solvencia, por lo que es fuerte y sólida para responder a los compromisos que ha adquirido”, concluye la Directora General de la AMIS.
Fuente: AMIS
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